Señor Dios nuestro:
Perdónanos porque, por nuestra fe débil,
pedimos a veces señales y milagros.
Sabemos que tú eres nuestro Padre,
pero a veces no nos es fácil
reconocer tu presencia amorosa.
Danos ojos de fe para percibir el signo
de que tú estás con nosotros
en Jesús y en su mensaje, en el evangelio.
Te decimos, aunque un poco de mala gana,
porque nos es doloroso:
Purifica nuestra confianza en ti y en Jesús
para que logremos ser cristianos más maduros
que te amemos por medio del mismo Jesucristo nuestro Señor.