Líbranos, Señor
Líbranos, Señor, del mal del pecado
y de nuestra obstinada voluntad egoísta
que tantas veces rehúsa escucharte a ti
y a los que nos has dado como nuestros guías.
Ayúdanos a liberar a nuestros hermanos
del hambre de poder y de riqueza
y de las estructuras opresoras
que les impiden vivir con dignidad como hijos tuyos.
Ayúdanos para prepararnos con esperanza y libertad
para la venida final en gloria
de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.
y de nuestra obstinada voluntad egoísta
que tantas veces rehúsa escucharte a ti
y a los que nos has dado como nuestros guías.
Ayúdanos a liberar a nuestros hermanos
del hambre de poder y de riqueza
y de las estructuras opresoras
que les impiden vivir con dignidad como hijos tuyos.
Ayúdanos para prepararnos con esperanza y libertad
para la venida final en gloria
de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.